EL CIELO NO ES PARA COBARDES

 
EL CIELO NO ES PARA COBARDES

“Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” 

Romanos 8:37

La vida está hecha de momentos en los que debemos tomar decisiones ante los desafíos, y estas determinan el resultado en el futuro. En toda la biblia encontramos una historia cósmica de desafío entre el bien y el mal. Si aceptamos la propuesta de Dios seremos victoriosos y tendremos una vida llena de éxito. Si decidimos no aceptar recibiremos frustración, derrota, tristeza y perdición final. No se trata de si el destino nos trae algunas cosas buenas o malas, se trata de nuestras decisiones.

El libro de Apocalipsis es un resumen de todo ese conflicto a través del tiempo, es decir, es un resumen de la historia de tres factores principales, el primer factor que interactúa es el Dios por medio del bien, el segundo factor es Satanás que interactúa por medio del mal y el tercer factor es el ser humano que interactúa en base a las decisiones.

La sección de apocalipsis 1al 3 presenta un resumen de la historia humana y su desenlace en la segunda venida de Cristo. En otro sentido, es también el proceso de preparación en la vida cristiana para la perfección del carácter en la gracia de Cristo.

El mensaje a las siete iglesias es el resumen de la historia del pueblo de Dios a través de los siglos desde la iglesia primitiva hasta la segunda venida de Cristo. Cada uno de esos periodos narra de manera muy resumida una lista de desafíos y vicisitudes por las que el pueblo de Dios debía pasar.

Hoy quiero compartir con ustedes por lo menos dos pasajes bíblicos que expresan esencialmente que las promesas bíblicas y la esperanza de vida eterna son solo y únicamente para valientes. Los cobardes no tienen lugar.

1.     Apocalipsis 2:7:

“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”

Una gran promesa es esta, comer del árbol de la vida significa salvación, significa victoria final y significa vida eterna con Jesús. Un poco más atrás, en el versículo 4 dice que el gran desafío es recuperar el primer amor, es decir, esa vitalidad espiritual que nos caracterizó en el momento cuando conocimos a Jesús y vinimos a él. Con el paso de los años, muchos cristianos pierden ese primer amor, pierden la pasión por compartir las buenas nuevas de salvación, y se vuelven creyentes estancados, creyentes que van a la iglesia solamente a sentarse y a ver que está mal o quien hace que cosa mala para convertirse en Jueces. En este primer versículo se nos dice que quienes van a comer del árbol de la vida con Jesús son aquellos que venzan al yo, que recuperen el primer amor, que entiendan que ser cristiano es sinónimo de compartir a Jesús. El gran desafío es contra nosotros mismos, no perder nuestra fe en cristo y vivir para servir y salvar a otros.

2.     Apocalipsis 2:11:

“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.”

En este segundo pasaje la promesa es grata, no sufrir la segunda muerte, sin embargo, cuando analizamos el pasaje, se nos dice que los únicos que no sufrirán la segunda muerte son los que venzan, ¿los que venzan que, o a quién? El mensaje a la segunda iglesia nos ayuda a comprender mejor las circunstancias de los cristianos que vivieron después del año 100DC hasta el año 313DC. Es notablemente interesante un detalle, a esta iglesia solo se le describe un terrible sufrimiento y persecución, y aunque, en algún modo esta es una historia pasada, en la vida de cada cristiano también sucede, dolor, persecución, insultos y en este tiempo muchos cristianos también pasaron por la primera muerte, es decir, a manos de los perseguidores, a mandos de los detractores de la verdad eterna bíblica. Sin embargo, la promesa es que, aunque seamos perseguidos, torturados, y muertos, el señor es fiel a su promesa y nos levantara del polvo de la tierra para darnos la vida eterna en aquel día sin igual, en el que aparezca en las nubes del cielo con poder y majestad. Solo los vencedores sobre las vicisitudes y sufrimientos que este mundo trae cada día.

En cada versículo de la biblia encontramos esperanza, sobre todo, encontramos propósito de Dios para sus hijos. Juan 14:1-3, nos da la promesa de que Jesús volverá para llevarnos a un lugar que fue a preparar para que vivamos juntos en plenitud para siempre.

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.  En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.  Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”

Cuando vemos el escenario profético de los capítulos 4, 5, 7 y 14 de apocalipsis de los hijos de Dios fieles en el cielo después de la segunda venida, concluimos pues, que son los que no recibieron la marca de la bestia, que se mantuvieron fieles al señor en su vida y que, a pesar de las riquezas, las comodidades del mundo, las tiranías, el dolor o el sufrimiento fueron fieles, y a pesar de su propia vida no renunciaron a seguir a Jesús.

Mientras vivimos en este tiempo nos cuesta trabajo pensar que a pesar de tanta oferta que el mundo nos ofrece, riqueza, buenos empleos, mucho dinero y comodidades por ir en contra de lo que la biblia enseña. Dios al final nos ofrece una vida mejor, pero solamente para los valientes que no teman ser llamados locos, fariseos, santulones, anti sociales, ilógicos, irracionales, radicales, además de perseguidos, rechazados, insultados y algunos encarcelados. El cielo es sin duda para valientes que no teman anunciar la verdad, aunque se desplomen los cielos, es para ti que estás dispuesto a ello.

Dios te bendiga y prepara tu vida para ese evento especial en que seremos trasladados al cielo en la gracia de Cristo en su segunda venida.

M. Div. José M Suazo